LABORATORIO FOOD DESIGN QUE INNOVA EN DISEÑO Y ALIMENTOS CONCLUYE SU SEGUNDA VERSIÓN

  • DiseñaLAB es una experiencia colaborativa desarrollada desde la Región de Antofagasta, Chile, en el marco del programa Food Design impulsado por Marchantes y apoyado por Sercotec y el Comité de Desarrollo Productivo Regional.
  • Food Design es una rama del diseño que busca mejoro nuestra relación con los alimentos.

Un potente sentido territorial e identitario protagonizó la muestra final de proyectos de la segunda versión del laboratorio on line de ideas + diseño + cocina del programa Food Design, una iniciativa de Redes de Oportunidades de Negocios de Sercotec, ideado por la consultora Marchantes de Antofagasta.

El prototipo “Panoteca Jhaku Coya” de Abigail Ferreira de la comuna de María Elena, propone la integración gráfica del patrimonio cultural en el pan de masa madre y su packaging, mientras que “Pastel de Toclo” de Cristhian López de la comuna de Tocopilla, presenta un plato de autor a base de choclo y pulpo, sellado al vacío, que junta lo nacional con lo local, abordando el Food Design desde la experiencia del comer.

En tanto, “Ckackchi”, una línea de utensilios de cocina producidos en cobre no industrial de estética Likanantai de la participante Norma Oliden; y “La Camanchanga”, línea de vajilla en cerámica gres, de Andrea Vivanco, articulan el Food Design desde la lógica del cómo come, desde la comuna de Antofagasta.

“SUNBOX”, de Valeria Mahlmeister, es un proyecto que plantea una acción educativa sustentable con el aprovechamiento de la energía del sol, con un programa de taller de tecnología aplicada en cocinas y deshumidificadores solares.

“El Food Design nos permite ejercitar la creatividad y lo que en el mundo del diseño llamamos el prototipado (construir, maquetear, hacer, probar) de las ideas, para verificar si están efectivamente respondiendo a las necesidades para las cuáles las propusimos, y así, desarrollar modelos de negocios con propuestas de valor sostenibles y sustentables” explica Paz Osorio, coordinadora del DiseñaLAB, que junto a la Chef Angélica Acuña y el diseñador Alexis Díaz, fueron parte del grupo de mentores que guió el laboratorio.

En línea con el negocio gastronómico, “La Santa Kombi Food Truck” de Daniela Ossa de la comuna de Taltal resignifica la comida urbana-costera con propuestas en torno al pescado fresco, su empaque y relato; Sophía Ruiz le da una vuelta al delivery “Pollo Sabroso” incorporando paulatinamente el envasado ecoamigable, y “Ekeko Ahumados” de Rodrigo Villalobos, deleita los paladares con el rescate de esta técnica ancestral, ahumando y sellando al vacío pulpos y pescados de nuestras costas marinados en diversas especias.

Hacia la mirada de sustentabilidad agroalimentaria se presentaron los proyectos “Huertos Urbanos Bionorte” de Jessie González de Antofagasta, que busca empoderar a los citadinos a cultivar sus propios vegetales; “Tomates Verdes” de Marianela Bordones de Altos La Chimba, Antofagasta, que con una gran trayectoria en el cultivo hidropónico de verduras, buscó formas más conscientes de empacarlas para su comercialización; y Helen Carmona de Tocopilla y su producto “QueriendoTE”, que combina variedades de té con hierbas y frutos para generar infusiones con propiedades medicinales.

Una mirada singular vinculada a esa relación con los alimentos -que debemos mejorar- es a la que apunta María Paz Krahl de la comuna de San Pedro de Atacama con su proyecto “GreenSoap Chile” que ahonda en la economía circular, el upcycling y el reciclaje, produciendo insumos de higiene hechos a partir de aceite usado de cocina y esencias vegetales autóctonas.

Ideas escalables que las y los participantes ponen en la mesa de esta nueva mirada del Food Design que, a través de experiencias, acciones y productos, busca poner en valor aspectos del alimento, del comer y de todo lo que se deriva de ello, como una oportunidad de desarrollo de emprendimiento e innovación.